En los meses de frío descuidamos nuestros pies, ya que en esta época suelen estar cubiertos y por eso ya no nos preocupamos por cómo lucen.
Independientemente de la estación del año debemos seguir cuidándolos. Es cierto que cuando están más cubiertos, hay menos posibilidades de que se vean afectados por la resequedad, especialmente en los talones.
Para cuidar los pies durante el año, se puede utilizar la "piedra pómez", cuyo origen es volcánico, y que además de ser económica es muy efectiva y beneficiosa para el cuidado de la piel. Pero si quieres que tu tratamiento de pies aún sea más económico y no te cueste nada os propongo que en el baño tengáis un potecito con azúcar y crema NIVEA, el tarro azul de toda la vida. Cojeéis con la mano crema y la untáis con el azúcar, luego os frotáis bien los pies y si queréis matar dos pájaros de un tiro os lo aplicáis en las piernas, es el mejor exfoliante corporal que puede existir.
Deja una piel suave, brillante y hidratada. Si lo hacéis dos veces por semana en seguida notareis el cambio de vuestros pies y piernas, para que gastarse dinero en exfoliantes caros.
Ahora bien, para seguir el tratamiento durante la semana, yo utilizo una crema reparadora para pies de FUNSOL, que la podemos encontrar en farmacias, tiene una olor estupenda y deja un tacto de culito de bebe, probarla.
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